lunes, 31 de octubre de 2005

Leer de noche

Llego a la 1,30h de tomar cervezas con F. Veo en la mesilla el Que te follen, Nostradamus de Roger Wolfe. Pienso que si me meto en la cama con él me dormiré ipsofacto (o como se diga). Para durar un poco más me voy al váter (podría decir baño o aseo, pero son las tantas y estoy cansado, mejor váter).

Se lee fenomenal en este váter, tiene muy buena luz. A las 2.30h se me cae el libro de las manos. Me he repuesto de dos trapieses (o como se diga) en páginas sucesivas, pero ahora se me ha caído literalmente, y paso de buscar por dónde iba. Me levanto, me subo los pantalones y me voy a la cama.

domingo, 30 de octubre de 2005

El punto F



Hay un punto en el que si te tocan te desmoronas.

Tú y todos tus compañeros, y yo yambién. Les pasa además a todos los seres y objetos del universo. Este fenómeno se ha investigado poco. Por miedo, normal, los científicos también son humanos y tienen su punto F y sus miedos.

Ejemplo 1: Los karatecas que rompen 3 bloques de hielo o 10 ladrillos. No es porque sean muy fuertes, que lo son, sino porque conocen el punto F y dan justo ahí.

Algún listillo dirá: ¿Y las sequoyas del parque Yellowstone? Pues también tienen su punto F, pero no lo tienen en el exterior, al alcance de los visitantes. Algunas lo tienen alto y un día llega un pájaro carpintero (en inglés Woody Woodpecker) y pica ahí y en cosa de segundos la sequoya se convierte en una montaña de serrín. Las más viejas lo tienen interno, y por eso duran tantísimos años.

El Titanic tenía su punto F, que se lo digan si no a Leonardo di Caprio.

Las grandes masas de hielo de las que se desprende de repente y con gran estruendo un iceberg, también lo tienen. Llega un pingüino despistado da un saltito y BROOOOOOUUUMMMMM.

A mí, el móvil (ver foto) se me ha caído un montón de veces, pero un montón. En cambio, esta mañana en un golpe fortuito contra el suelo... ¡se ha desarmado completamente! Se la llenado el pasillo, la carcasa por un lado, el cristalito de la pantalla por otro, la batería rodando por ahí, la tarjeta, algunas llamadas recibidas, los besos de los mensajes. Y de nada ha servido montarlo otra vez, se había golpeado en su punto F.

F de fatal.

viernes, 28 de octubre de 2005

Desigual

Es muy raro que yo encuentre en Desigual mi talla. Y me fastidia, porque me gustan algunas cosas que hacen. Pero a pesar de todo insisto.

El 5 de febrero me compré una camisa preciosa. De rebajas, con una manga verde y una azul.

En estas tiendas hay dos modalidades: te puede tocar una dependienta anoréxica japuta que te mira "a la planta de caballeros del corteinglés y sin pasar por la casilla de salida. No molesteeeen". O te puede tocar con una dependienta anoréxica japuta que piensa en la comisión y se pone cariñosa "llévatela que te queda divina" aunque estén a punto de estallar los botones.

Me tocó la B. La prefiero. Había poca gente y me acorraló en el probador "Perfecta, te va estupenda". Lo dijo tan bien. Mirando a los ojos, como las buenas enfermeras dicen un novoyahacertedaño. Qué bonito. Se paró el tiempo. Ella pasando por alto mis michelines y yo haciendo la vista gorda con su mentira. ¿No es eso amor? De rebajas, fugaz, pero amor.

Salí de la tienda contento y cogí la calle que lleva más abajo de los 100 kilos, todo recto, porque sabía que allí podría estrenarla. Estrenarla sin meter tripa. Estrenarla de legal. Pero mira tú por dónde que de camino hay que pasar frente al escaparate de La Mallorquina. Con mayúsculas y en negrita, sí, qué pasa.

La camisa sigue ahí colgada, en mi armario. Me la pruebo más o menos una vez al mes. Y me está igual que el día que me la puse en la tienda. Perfecta con una pequeña mentira.

jueves, 27 de octubre de 2005

Teléfono

Marca un número de téléfono, le contestan.

- ¿Diga?

- Desde que me dijiste que no tenía posibilidades han pasado ¿8? ¿10? ¿15 días? Y en este tiempo no te he llamado ni te he puesto mensajes. Casi no me he acordado. No está mal, digo yo. Pero hoy, ahora... recaigo. Está bien, me permito esta debilidad y luego sigo olvidándote silenciosamente ¿vale?.

- Vale

Cuelga el teléfono sin prisa. Uf, mucho mejor.

miércoles, 26 de octubre de 2005

Música para despertar

Ya lo he dicho en alguna otra ocasión: cada noche elijo el disco con el que me voy a despertar al día siguiente.

Es un pequeño rito que llevo a cabo con parsimonia, zapatillas y los dientes limpios. Hasta el día de hoy me han despertado Rod Stewart, Van Morrison, Eddie Reader, Dani Klein, Harry Connick, Diana Krall, Norah Jones, Lisa Ekdahl, Ella Fitzgerald, Frank Sinatra, James Taylor, Stan Getz... eso sin contar los músicos que les acompañan. El que lo hace bien, repite.

Anoche puse a Eva Cassidy, un descubrimiento que he hecho gracias a Lago. Esta mañana a las 8,30 ha empezado a cantar, siguiendo a pie juntillas mis instrucciones.

Vaya trago. Claro, yo la había escuchado en el coche, fregando los platos... pero no así, desnudo, indefenso. Y la infinita tristeza de su voz me ha sacado una navaja y me ha dicho: no te muevas. He dejado que pasara la primera canción para intentar salir de la cama con la segunda. ni por ésas. Si por lo menos fuera feo lo que escucho, pero no, es triste, descarnadamente triste; pero está lleno de belleza.

Una tristeza sublime no te mata si estás en un atasco, ni siquiera te hiere, pero es muy peligrosa cuando tienes las protecciones y las gafas encima de la mesilla.

Bueno, al final pude sacar la mano, alcancé el mando y le di a stop. Pero levantarme así me ha descolocado la mañana. Esta noche seré más precavido. Es importante con quién te metes en la cama, pero lo difícil de verdad es elegir con quién te despiertas.

martes, 25 de octubre de 2005

Señor

En la cola de la caja de Caprabo tengo delante a una viejecita que remolonea.

Está usando el viejo truco: ha mandado al viejecito a por unas "cosillas" que faltaban mientras ella se ha puesto a la cola. Pero han calculado mal la operación o quizás el viejecito no encuentra el omegatrés porque está mirándole el culo a las clientas que han optado por traérselo al súper -cosa que hago yo también y nadie me guarda el sitio. Traerme el culo no, mirarlos.

La viejecita se azora un poco y yo pongo cara de azórate, azórate y otro día no apures tanto. Al final se rinde y me deja pasar. Intento sonreírle con la magnanimidad de los vencedores pero en el último momento no me sale bien, falta de práctica. Llega el viejecito justo cuando la cajera pasa la cocacola laitlimon de 2 litros por el código de barras. Ah, se siente.

Cajera lozana. Unos 20 años.

Ay, con veinte años el mundo es maravilloso. Para ellos y para ellas. Uno carece de celulitis, alopecias, colesterol, hipertensión, divorcio, hipotecas, ierrepeefe, ... y lo que es mejor, ni siquiera imagina que existen. Ja, ya me gustaría a mí que mis problemas vitales fueran el acné y recargar el móvil.

Por hablar así de los jóvenes, de repente me miro en el espejo y me veo con 60 años y la blusa y la pañoleta de la Sección Femenina. Me ha salido una falda de tablas con cuadros escoceses y un perrito enano asqueroso al que llevo monísimo con un chalequito de ganchillo rosa... ¡¡HECHO POR MIIIII!!.

Intento recomponerme y volver a mi estado natural por el método de pensar que los adolescentes tienen un montón de problemas existenciales, están mal pagados en curros que no quiere nadie, los desórdenes hormonales les ponen irascibles, depresivos y salidos simultanea o sucesivamente, sufren un montón cuando no saben qué vaquero ponerse y follan poco. No estoy muy seguro de esto último.

- Uf. Ya estoy mejor.

- Señor ¿me paga o va a seguir mirándose en el espejo?

Me jode lo de "señor".

domingo, 23 de octubre de 2005

El piano

Toco el piano flojito, eso ya lo sabía yo. Pero mi nueva profe está empeñada en que cambie, dice que es una mala costumbre. "Tienes que meter los dedos con fuerza, tienes que apoyarte en él, golpear las teclas", dice con vehemencia. Pero es que, me da miedo hacerle daño, contesto.

Me mira con una cara entre notienesremedio, quévoyahacercontigo nosésireírollorar y tedabaasí. Sí, ya lo sé, M. además de tocar muy bien el piano tiene una gestualidad rica y compleja.

Como me atrae mucho el insight -hasta hace dos días yo no sabía que se llamaba así-, cuando ella se va, me analizo: ¿será porque toco casi siempre de noche? ¿será porque cuando aprietas fuerte, los errores se notan más? Porque yo soy corpulento y pesado, pero no te creas, mi piano lo es más. También canto bajito. ¿Será para no molestar? Coño, pues no cantes.

Lo del insight es una tontería, te lías, te lías, te lías y acabas en el mejor de los casos donde empezaste, o con una mentira bien estructurada como explicación.

Que vale, que intentaré tocar más fuerte. Para qué están los profesores si no es para hacerles caso.

sábado, 22 de octubre de 2005

Manostruz

Esta peculiar mano la ha mandado Cuantró,

...y entrará por la puerta grande a la Colección de Manos.

El museo se encuentra provisionalmente ubicado en el primer día de Abril, el primer día de nuestro blog. Hay que pinchar el link de abril y bajar todo recto. Hemos pedido una sala al Reina Sofía (pequeña, al lado de los servicios) pero tardará. De momento podéis verlo en Abril.

viernes, 21 de octubre de 2005

La mano que busca



La mano que mira desde el Sur (al menos una de ellas) nos ha mandado esta afanosa mano. Muchas gracias.

¡¡Qué cunda el ejemplo!!

Quiero decir el ejemplo de mandar manos.

jueves, 20 de octubre de 2005

La contaminación

Son las 16h.

Me asomo a la ventana y veo un cielo azul limpio, el famoso azul-madrid.

Voy hasta Las Matas y, al volver, veo una gran cúpula de color marrón sobre la ciudad.

Claro, es eso: la contaminación atmosférica es como la estupidez.

Imposible apreciarla desde dentro, en uno mismo. Y en cambio evidente a simple vista en los demás, con cierta distancia.

Son las 18h.

La mano que fuma




Sinnombre nos ha mandado estas manos que fuman.

Son suyas, según dice.

Gracias Sinnombre por hacer más grande la colección de manos.

miércoles, 19 de octubre de 2005

Purgar

Ha llegado ese día del otoño en que pones la calefacción por primera vez. Para mí, que no tengo por costumbre meter y sacar la ropa de invierno y de verano, este es el evento que marca el cambio de estación.
He vuelto a seguir el vía crucis mediante el cual recorro la casa parando en cada radiador para purgarlo. Lo hago sin preguntarme por qué. Desconozco si tiene algún fundamento práctico; pero yo lo hago, igual que lo hacía mi padre. Y me gusta aflojar el tornillo, notar cómo sale el aire y luego cerrar cuando empieza a salir agua.
Me gustaría un día probar a purgarme a mí. Dejar salir de mi cabeza eso que me sobra, que ocupa espacio, para que circule mejor eso otro que me calienta. Pero no encuentro el tornillo.

lunes, 17 de octubre de 2005

Verdes



Será el orden de ese tejado.

O el mecanismo de esa ventana.

Las hojas verdes,
el recuerdo de los días tranquilos.
Ay, los días tranquilos, más que un recuerdo son un mito,
nunca sucedieron en realidad.
Nunca sucederán.

O el cristal limpio.

Tenía los ojos grandes, como de cómic japonés,
y una perlita dentro.
- Eres como una ostra ¿lo sabes?
- Prefiero que me llames mejillón.

viernes, 14 de octubre de 2005

A principios de septiembre

Por razones de trabajo, que ahora no voy a detallar, bajo de la habitación de un hotel muy lujoso en el centro de Madrid. No es lo que estáis pensando, es mucho más prosaico. Me llama la atención que en el ascensor estén anunciadas algunas delicias culinarias y no me resisto a fotografiar este detalle. Resulta demasiado explícito, incluso un poco obsceno.



Salgo. Me despido del portero, pobre hombre lo que debe sudar, y llamo a F.:
....- Estoy con I., te recogemos y nos vamos a bailar al Art Decó.
....- Perfecto, os espero enfrente de las Cortes.

Mientras llegan me siento en un banco; tomo esta otra instantánea.



Aunque ambas imágenes me llaman, ninguna de las dos me subleva. No soy capaz de sacar una conclusión ni de esbozar una teoría, un porqué, algo. Aparecen F. e I. y yo guardo mi cuaderno y mis interrogantes. En el coche suena un tango singular, con una letra arrebatá, brillante, con mucha verdad. Subiendo por Castellana: "Salen mejor de precio los 50gr de Imperial que los de Beluga, eso está claro. Digo en proporción, porque te ahorras 15€ y en el Beluga sólo 3€. ¿Se podrán pedir dos gramos y luego si me gusta me trae más? ¿Y si soy un jeque árabe con ganas de impresionar a una corista podré pedir un bocadillo de Beluga triple cero en pan de chapata? O mejor Espolvoréemelo en la paella, para que coja el gustito ¿atenderá el servicio de este hotel esta in moralidad o les parecerá excesivo? ¿No está el banco un poco duro?"

jueves, 13 de octubre de 2005

Desfachatez



Ni se inmutó, le dio lo mismo.
Como si bebiera. Mirándome con autosuficiencia, sin pestañear, diría que con un punto de arrogancia.
"No puedes hacerme nada".
"Glub, glub" se burla.
Estallo de rabia: "No podrás evitar que se lo cuente a todo el mundo, que lo haga público en mi blog".
Éste es el Hijo de la Gran Pxtx que se ha tragado mi lentilla.

miércoles, 12 de octubre de 2005

Estatuas



Cuentan que Filiponi, el gran escultor del siglo XV, estaba harto de tanto obedecer a su mentor, de no tener libertad creativa. ¿Pero por qué siempre tengo que representar a los personajes sentados, o de pie? Dejadme, por favor, alejarme, siquiera temporalmente, de la solemnidad y el boato. Para crecer como artista necesito introducir el movimiento, salirme de los estrechos cauces que marca la tradición.

Su mecenas concedió.

Y Filiponi creo este maravilloso conjunto al que tituló Apolo y un amigo haciendo aerobic.

martes, 11 de octubre de 2005

El mercado

Anoche tuve un sueño muy raro. Se me apareció Adam Smith, el padre (o abuelo) del pensamiento económico. Se me apareció con barba, porque los ilustres siempre se me aparecen con barba. Cosas de los sueños: los rockeros siempre se me iluminan con la cara sucia -no sé por qué. Y los tontos se me preesntan con una bufanda del Real Madrid y una banderita.

Adam Smith dijo que me había elegido para traer un mensaje al mundo. Yo intenté eludirlo: uf, pero si yo lo pierdo todo, mira como tengo la mesa. Pero los personajes de los sueños se hacen los sordos con mucha frecuencia. Para los que no tengan ni pajolera idea de Economía, Adam Smith decía: "Supongamos que en un mismo año, un país A ha tenido una mala cosecha, y su vecino el país B ha tenido una buena cosecha. Entonces una mano mágica llevara el grano que sobra de B a A. Éste es el prodigio de la economía de mercado". Adam Smith dijo eso y se quedó más ancho que largo. Y muchos, no se crean, le siguieron a pie juntillas, sobre todo los habitantes de B.

AS- ¿Te has fijado en que el mundo está fatal?

De frases como éstas suelen ponerme en guardia, porque casi siempre después te quieren vender una biblia o llevarte a su congregación. Me hice el longui (como I.).

Yo- Hombre, según y cómo.

AS- El mundo está fatal y te voy a decir por qué, no me entretengas que son menos diez y tienes el despertador puesto a en punto. A ver. A los médicos les interesa que haya enfermos, que si no se quedan sin curro, y a los psiquiatras, locos, por la misma razón. Los periodistas no podrían pagar las letras si no fuera por las catástrofes, los accidentes, las corrupciones, etc. Los abogados, con qué se iban a comprar los palos de golf si no fuera por los pleitos, los conflictos, las estafas... lo mismo que los jueces, los fiscales. Ejemplo clarísimo: los ortodentistas, tú te has fijado en que, de un tiempo a esta parte, la mitad de los niños llevan aparato. ¿porque los dientes están mal? No, porque los ortodentistas son los principales usuarios de los puertos deportivos. Y si sube el precio de los barcos de recreo ya verás como acabamos todos con la boca llena de hierros. Bueno, yo no, porque soy Adam Smith. Fíjate en que los gremios de los que estoy hablando son todos muy poderosos, tienen sus asociaciones profesionales, sus lobis (en los sueños no hay incorrecciones ortográficas) y todos tienen gran interés en que las cosas vayan mal. ¡¡¡Cómo no van a ir mal!!!.

Y se fue.

Y sonó el despertador.

A ver si mañana se me aparece Marilyn Monroe.

lunes, 10 de octubre de 2005

Taquimeca

Luisito, el hijo de los de la mercería, estudiaba mecanografía. Todas las tardes le veíamos cruzar la calle con su carpeta azul Centauro, con dos gomas para cerrarla.

....- Luis ¿te vienes a echar un partido?.
....- No, tengo que ir a la academia.

Le jodía, yo lo sé, pero no cedía, le compensaba la sensación de estar haciendo el bien, pensar que eso era bueno para su futuro. A veces incluso intentaba impresionarnos contando que ya tenía 110 pulsaciones. Yo, si me tocaba de portero, me imaginaba a Luisito dale que te pego a la máquina ¡con lo bien que tiraba los penaltis!

En el inconsciente colectivo las clases de mecanografía eran un plus para un estudiante, sobre todo de cara a encontrar un buen trabajo. Y las academias un buen negocio a tenor de los carteles que daban a la calle: MECANOGRAFIA. El vídeo mató a la estrella de la radio y, más o menos en aquel tiempo, el Spectrum se cargó a las academias de ¡¡MECANOGRAFIA!!. Llegó, tan modosito, y arrasó. "Quien no sepa BASIC será un analfabeto en el futuro". Luisito se apuntó a BASIC. Y luego a COBOL y luego a C, y luego a PASCAL. Y contribuyó a vaciar las academias de las preciosas olivettis y su eterno concierto de claqué.

A mí, que el mercado de las academias evolucione así o asao me da lo mismo, pero ¿Dónde han ido a parar esos miles de máquinas que fueron desalojadas de los cientos de academias de Madrid? No pueden estar todas en El Rastro. Y no son reciclables. Tienen que estar en algún sitio.

Veinte años después no puedo dormir, y en vez de dejarme aturdir por un programa de televisión, aquí me tienen, pensando en dónde pueden estar ahora esos miles de máquinas. Calladas, inmóviles, condenadas... pobrecitas. Yo adoptaría a una. ¿Por qué no me he acordado de ellas antes? Quizá ahora ya es demasiado tarde... Abro un libro, pero no crean que es fácil dormir. Tengo una losa terrible encima de la cabeza y un nudo en el estómago. ¿Y las cintas con dos bandas una negra y otra roja de la que siempre gastábamos antes la negra, pero qué bonita quedaba la pareja?

¡¡Es que a los bits no se les ve moverse por el ordenador!! Y por eso es más difícil cogerles cariño.

sábado, 8 de octubre de 2005

Amarillos



La noche era de amarillos.

Hemos tomado de postre adrenalina.

Nos hemos mirado a los ojos para ponernos a cien. Hemos apartado los platos, los vasos, los cubiertos... Nos hemos tumbado en la mesa como en una playa. Las migas doradas eran la arena, y el ruido de las respiraciones: el mar.

Un mar, dos mares.

Hemos sido un rato los veleros y otro las motoras. Y luego, yo el chico que alquila las tumbonas y tú la alemana con las tetas al sol.

A un sol, a dos soles.

Hemos tomado de postre adrenalina, que es más digestiva que el sorbete de limón. También amarillo. Mira tú.

Es que esta noche era de amarillos.

viernes, 7 de octubre de 2005

Interrupción

Muchos días me siento a escribir, pero una sensación conocida desde pequeño me lo impide. Lo intento, pero cuando llevo unas líneas los movimientos espasmódicos de mis piernas, trasero, vientre y demás partes de un cuerpo que desconozco no me dejan seguir. Borro lo escrito y corro al baño a hacer pis. Como ahora.

Temperamento (II)

Sí, lo hice. Me metí en el coche y me puse a Frank Sinatra, que era un mafioso pero cantaba como los dioses. Llegué a casa, me comí un trozó de salchichón ibérico, me bebí una sin alcohol y me jugué tres partidas de ajedrez on line. Gané dos, perdí una. Me fumé tres pitillos. Uno por partida. Me fui a dormir.

Temperamento

Estaba en un concierto presentación de disco. De un grupo cubano afincado en España. Los conciertos presentación son un ejercicio de autocomplacencia: a todo el mundo le gusta la cosa, todo el mundo sonríe, nadie ha pagado, los canapés están ricos.

Mi amigo llega tarde. La segunda canción que escucha es un alegato político. A la mitad: "Paso. No voy a quedarme escuchando himnos anticastristas". Se despide y se va. El grupo suena muy bien, las canciones son muy pegadizas y bailables. Pero, lo cortés no quita lo valiente, es cierto que esta letra es un panfleto.

Temperamento.

Pintar

Quito las alcayatas y los tacos. Tapo los agujeros con Aguaplast. Cubro el suelo con un plástico muy ligero que venden y luego tengo que poner periódicos en los bordes. El periódico que más me gusta usar para este fin (y para encender la barbacoa) es el suplemento dominical de economía, porque sé que aunque tenga que agacharme a recoger algo y lea un titular no me voy a enganchar, y no corro ningún riesgo de que se me seque la pintura.

Pongo cinta adhesiva de papel en los marcos de las puertas.

Pienso que llevan más tiempo las tareas preliminares que el hecho en sí. Esto me lleva a establecer analogías entre el hacer del pintor y la repostería, las cadenas de fichas de dominó, la cola para obtener entradas para el concierto de U2 y la vida sexual. Más bien una parte de la vida sexual. Claro, esto ocurre porque en realidad el tiempo es una convención. resulta muy útil para los trenes y los autobuses de línea pero muy poco para las sensaciones. El tiempo es una mala herramienta para medir lo que duran las emociones. Las buenas y las menos buenas. Empiezo a sentir cierto vértigo y me aparto de esas disquisiciones como quien deja un porro en el cenicero después de darle unas caladas.

Contemplo lo bonita que me ha quedado la habitación incluso antes de dar un solo brochazo. Barajo la posibilidad de llamar a alguna revista de decoración para que hagan un reportaje, está muy industrial. La descarto porque no tengo la ropa adecuada para recibir a la estilista. Coloco en el centro el cubo de 20 kilos de pintura plástica blanco mate.

No tengo destornillador para abrir el bote. Son las 21h. Podría blasfemar en arameo durante unos minutos, que es lo que me pide el cuerpo. No lo hago. Simplemente interpreto la ausencia del destornillador en este momento de mi vida y en este lugar preciso como una señal divina. Me visto con mi ropa de calle y bajo a tomar una caña. A ser posible con tapa.

jueves, 6 de octubre de 2005

¡Lo dice ella!

No lo digo yo, lo dice Bo Peep. Que no soporta ciertas cosas de las mujeres. Ella es mujer, no se vayan a creer. ¿Cuáles? Copio y pego, aunque lo podéis leer en su página. Los comentarios entre paréntesis son míos, advierto.

-Que se demoren en sacar la cartera. (Bueno, no le doy importancia).
-Que no quieran perder el control de la casa y luego se quejen por la falta de ayuda. (Sí, sí, sí).
-Que sean tan críticas con el aspecto físico de las de su especie. (Inigualable).
-Que estén echando continuamente balones fuera. (¿Sí?)
-Que no quieran asumir más responsabilidades laborales y luego se lamenten de no prosperar en el trabajo. (Doy fe... de erratas).
-Que digan que el día de su boda ha sido el más feliz de su vida. (Superado, luego, por el nacimiento del primer hijo, superado a su vez por el segundo and so on...).
-Que vayan al baño acompañadas. (Me gustaría saber la razón).
-Que se hagan las tontas a la hora de cambiar una rueda pinchada. (Pisssss).
-Que hablen por teléfono con su madre a diario. (Yo tampoco lo entiendo).
-Que se crean indispensables. (Bo Peep, te quiero).
-Que nunca tengan nada que ponerse. (Pero nunca salen desnudas a la calle).
-Que sean compradoras compulsivas. (Yo también... lo soy).

P.S.: N. no es así. Conozco a otras muchas que no son así... pero Bo Peep la clave en algunos detalles. Prometo hacer inmediatamente una lista de la cosa que no soporto de los hombres.

miércoles, 5 de octubre de 2005

Muerde

La misma fuerza que le dispara, le para. Lo mismo que le hierve dentro, le muerde.

Lo ha escuchado. Varias veces. El último disco de Sabina está lleno de trucos. Trucos malos de prestidigitador cansado, o perdido. Eso piensa. Tiene un cuaderno donde apunta la lista de la compra, los metros cuadrados que tiene que pintar y las poesías. Apunta las putadas, las penas y si le falta papel higiénico. Hoy ha hecho sólo 90 kilómetros en el coche. Le jode el protocolo, los recovecos, las estrategias. Otros días le hacen gracia. Hoy le joden. Hay otros que se van al bar con Jack Daniel, él prefiere perderse por los pasillos con Leroy Merlin. Pero hoy, qué estupidez, todos los tornillos le parecían iguales. ¿Dónde estás? se pregunta. Solo.

Algo falla cuando en una ferretería en vez de dispararse, se para. Se pasa. Eso también lo sabe. Se pasa. Todo se pasa.

martes, 4 de octubre de 2005

Postales de Iguazú

Iguazú estuvo de vacaciones, como otros. Pero en Brasil.

Y a la vuelta -lo prometido es deuda- trajo unas postales.

Pero se perdieron en el laberinto que es la vida en general y a2manos en particular.

Ahora, reclamadas por el comentero, han aparecido. Y aquí están para disfrute y solaz de todos.

Perdón, Iguazú, por el retraso.




Corcovado con cobertura




O meu acalanto




Gugu




La máscara más cara

lunes, 3 de octubre de 2005

Hacia atrás

Hoy es el día del eclipse. Yo lo he visto en la Plaza Mayor. No tenía gafas pero me las ha prestado una chica que no quería mirar todo el rato porque la radio había dicho que más de un minuto podía ser malo. Recordé el eclipse anterior. Lo miré desde Peguerinos.

Un eclipse es más o menos emocionante dependiendo del cristal con qué se mire. Y los cristales que han vendido o repartido esta vez... no sé, no ayudaban. Doscientas personas había en la plaza mirando todos exactamente al mismo sitio, con el mismo ángulo. ¡Y yo sin la cámara!

Hablando de fotos, repaso el blog y veo que últimamente no nos hemos prodigado mucho. Así que echo un ojo a mis álbumes (¿se dice así Realacademia?).

Es peligroso mirar hacia atrás. Siempre es peligroso, pero en algunas épocas es especialmente peligroso. Pero mira, si puedes encontrar una buena foto, compensa.

A ésta le tengo cariño desde que se me pegó al objetivo.

Vive les filles à vélo!

sábado, 1 de octubre de 2005

Quinto día (y último)

Todos somos muy vegetarianos cuando nos conviene, renegamos del cerdo y de todas sus secuelas, y hacemos de las grasas animales el chivo expiatorio de nuestras iras metabólicas. Pero Lo hacemos porque podemos, porque nos da la gana. Porque tenemos los supermercados llenos. Y porque en cualquier momento, si queremos, nos tomamos una licencia (bueno, soy vegetariano pero admito ibéricos), o dos licencias (hombre, yo prefiero la comida vegetariana, pero si las circunstancias obligan) o licenciarnos definitivamente (yo no comía nada de carne, y me sentía fenomenal, como liberado de toxinas, de mejor humor). Esto se demostró ayer por la mañana cuando el taxista gritó: "Aquí no huele a cochino sino a sus derivados. Raid ¿No nos estarás ocultando un salchichón?". Raid se puso colorado como un tomate (o como una fresa, porque tiene granos), no estaba preparado para que le desnudaran allí mismo. Lo demás os lo podéis imaginar: negación de las acusaciones, conato de linchamiento, reconocimiento de la culpa, apertura de la susodicha caja fuerte, festín, valeteperdonamos, botellas de vino que salen de las maletas, piropos al calorcito del vino... lujuria.

Por la tarde nos dio mucha vergüenza hacer los ejercicios. No es lo mismo haberles mostrado a tus compañeros una flamante e integral integridad, que los instintos puros y duros. Además se producía un curioso efecto: la lascivia que se había mantenido muy discreta, contenida por el cereal y la verdura ahora se disparaba al haber comido carne. ¡Qué cosas tiene el cuerpo humano!

Intercambiamos los teléfonos, los correos, y nos deseamos... buen viaje.

Nota: Sé que muchos, al leer mis peripecias, habéis sentido una profunda (aunque sana) envidia. He traído apuntes y estoy dispuesto a compartirlos. Sé que algunos de vosotros dudáis de la veracidad de mi viaje. Envidia cochina. A esos no pienso enseñarles los apuntes.

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...