lunes, 30 de abril de 2007

Quien tiene un beso...

"Niño, cómetelo todo que hay mucha hambre en el mundo".

Yo no entendía cuál era el mecanizmo que hacía que si yo apuraba el plato se saciara un negrito.

Que no, hombre, que lo que pasa es que despreciar la comida es una afrenta a tu buena fortuna por tener comida abundante.
Y es un agravio universal.
Y es de gente ingrata.

En el mundo en el que vivímos.
La escasez de besos es preocupante.
Por eso

Quien tiene un beso tiene un bocadillo.

domingo, 29 de abril de 2007

Mi Canción

consternación
de sobras,
dolor
en abundancia

días inquietos
y
noches
insomnes

siempre peleando
con todo tu
corazón y tu alma
para no
fracasar en
eso de vivir

¿Quién podría
pedir
más?

Charles Bukowsky
Trad.: E. Iriarte

jueves, 26 de abril de 2007

Luna de marzo


No conozco a nadie que repudie la Luna. Sí los hay que odian el Sol. No sé cuántas personas hacen el amor en este mismo segundo. Y en este otro. Hay muchas que joden, pero esas no cuentan. ¡Me encantaría ir a la Luna! Al Sol no. No hay playa y la ropa de verano aún huele a naftalina.

miércoles, 25 de abril de 2007

Esquina


-Te espero en la esquina.
-¿En la de siempre?
-Sí.
-De acuerdo, me parece bien. Hoy tampoco estaré.

martes, 24 de abril de 2007

Luces


Son luces que cuelgan del cielo. De colores. Iluminadas por esa farola. Un día me quedé prendado de ellas. Y me dieron buen rollo, porque son de fiesta. De fiesta de barrio, de barriles de plástico llenos de agua, hielo y botellines de cerveza, de olor a chorizo y morcilla, de orines en la esquina, besos y arrumacos sobre la pared de cal, música de orquestina y... Pero eso es allá, y aquí las luces saben a pastel de zanahoria. ¡Qué rico!

Mi neurona

lunes, 23 de abril de 2007

Palabras

Siempre he pensado que las caricias son palabras que se escriben en la piel. Las escribe quien las da. Y quien las recibe se las lleva puestas.

Se escriben sin saber qué significan. En un idioma que no hablamos ni entendemos. Un idioma de tocar.

Todos tenemos el cuerpo lleno de palabras. Escritas con tinta invisible pero indeleble. Unos tienen decenas de páginas y otros cientos. Los que tienen unos pocos renglones están necesariamente mal de salud.

Las caricias dejan a su paso tatuajes invisibles.

Las huellas dactilares son la tinta en los dedos del escritor: un residuo que delata. Por mucho que miremos con lupa nuestros propios dedos no conseguimos descifrar ni una sola letra. Prueben ustedes. Y en cambio es evidente que esos laberintos de nuestras yemas son precisamente letras amontonadas con las que componer caricias.

Hace poco he leído que un científico de la universidad de Seul ha conseguido inventar un método que hace visibles esos mensajes. Se basa en que nuestra piel por ser orgánica es rica en carbono. Uno de los isótopos del carbono, concretamente el 17, tiene una estructura atómica muy compleja. Las órbitas que describen los electrones guardan entre si unos ángulos específicos y el spin de cada uno de ellos se puede alterar para girar en sentido inverso. Esta combinación de ángulos y spines conforma una cadena lógica que se modifica con el contacto de otra piel, y no con el de la ropa, metales u otros materiales. El caso es que este doctor, de cuyo nombre no me acuerdo, ha conseguido descifrar esos mensajes. La prueba que ha mostrado ante la comunidad científica ha sido sencilla y concluyente. En la piel de un recién nacido (lo más cercano a folio en blanco) ha impuesto sus manos y transmitido cierto mensaje. Luego se ha "escaneado" con la máquina de su invención la espalda del bebé y han aparecido (en coreano, claro) las palabras: bienvenido, hijo del amor y el viento.

Asombroso.

Lo leo en un sitio web de ciencia muy sesudo y reputado. Comunidad científica con pedigrí. Me quedo pensando.

Que lo mismo tengo la espalda llena de corazones atravesados con flechas como los árboles del Retiro.

Algunas tachaduras.

La fecha de una noche vertiginosamente larga.

Algún Vanessa estuvo aquí (el nombre ha sido cambiado).

Pero no quiero mirármela con el aparato ése. No sea que me encuentre...

una lista de la compra,

una comparativa con amantes previos al modo de Coche Actual,

un mañana tengo que madrugar mucho.

O un tristísimo tan abrazada a ti y echándote tanto de menos.

sábado, 21 de abril de 2007

viernes, 20 de abril de 2007

El limbo

Es sábado por la mañana.

Leo en El Mundo que la Iglesia Católica ha eliminado el limbo.

La noticia me produce una honda conmoción.

Antes de explicar las razones diré, por si hay alguno que suspendió religión, que el limbo era el lugar donde iban los niños que morían sin haber sido bautizados. No era cielo. Porque, aunque un bebé tiene el currículum de pecados inmaculado, le falta el chapuzón, condición necesaria pero no suficiente para acceder. No era infierno. Porque... algo habría hecho.

Leyendo el artículo he aprendido más cosas sobre el limbo. Como, por ejemplo, que desde allí no se ve a Dios. O sea que respecto al cielo tiene peores vistas. Normal, ya que el cielo es todo exterior y tiene bastante altura. No dice el artículo si el limbo tenía servicio de habitaciones las 24 horas y minibar. Me preocupa. Y me surgen más preguntas ¿Hasta qué edad dejaban entrar en el limbo? ¿Puedo ser a mis 37 "niño sin bautizar"? Quizá pase como en la Renfe o el Parque de Atracciones: niño, di que tienes 7 años que si no pagamos billete. Fijo que te das una vuelta por el limbo y encuentras al típico crecidito con su pelusilla en el bigote.

Eliminado hace un par de años el infierno nos están dejando a los pecadores muy pocas alternativas.

Y, ahora que caigo, ¿qué hicieron entonces con toda la gente que había allí? Los ascendieron a purgatorio. Hombre, eso no se hace. Te has pasado un montón de años en el infierno, ya tienes tu grupete de amigos, tu canalplús, tus cervecitas, tus canutitos, tu promiscuidad, tu indecencia y de repente te mandan al purgatorio y te hacen la pascua (qué propio). Eso por no hablar del cielo. Te mandan al cielo y te arruinan la vida. Para alguien que haya pasado una temporada en el infierno y haya conseguido adaptarse, el cielo es una putada (perdón. Me santiguo)

Analizándolo desde otro punto de vista si, de repente, a todos los que estaban penando les ascienden... yo soy una beata que lleva toda la vida limpiando la parroquia y subvencionando al párroco los lingotazos en el bar de la plaza y de repente, veo llegar a mi cielo ordenado y reluciente a un montón de indeseables (inmigrantes, técnicamente son inmigrantes) y le monto a Dios un pollo que se entera. En el cielo no hay garitos, no se fuma, huele a tenn con bioalcohol y las lavadoras se ponen siempre en el programa de 90 grados y con un chorrito de lejía. Aunque no haría falta. Porque en el cielo prácticamente no se ensucia uno.

Llegado a este punto estoy convencido de que es imposible que la Santa Madre Iglesia haya abolido el infierno, así, de sopetón. Sin un plan de reconversión. Y tengo muchas dudas de que puedan cargarse el limbo así como así.

Es sábado por la mañana.

Leo en El Mundo que la Iglesia Católica ha abolido el limbo.

Y no me lo creo. Los periódicos cada día están peor.

Perdón, mano que escribe.

jueves, 19 de abril de 2007

To care



Son las 8 de la mañana y tengo una necesidad casi orgánica de estar en Wyoming. Montar en una canoa y remar en un lago de aguas tranquilas. Sentirme parte de una naturaleza madre y fuerte que se ocupa de marcarme qué hacer en vez de lobo en un engranaje urbano desajustado y violento.

Probable causa 1: he dormido poco y mal
Probable causa 2: todavía no me ha hecho efecto el chocolate. Con churros

Si no te cuidas tú, no te cuida nadie.

miércoles, 18 de abril de 2007

Nosotras


- Y tú ¿vienes mucho por aquí?
- Siempre que puedo. Aunque casi siempre me traen.
- A mí también.
- Es bonito el mar ¿verdad?
- Sí, es muy bonito. A veces pienso que me gustaría ser gaviota.
- A mí me gustaría ser sardina.
- He traído una botella. Si os parece sirvo unos vasos y brindamos cuando se ponga el sol.
- Me place.
- ¡Por nosotras!

martes, 17 de abril de 2007

Palabras que encontré en la calle XIII


"A la gloria de Dios y el recuerdo de Agnes Maud Gladstone. La luz eléctrica en esta catedral fue instalada por su marido W.H.D. Gladstone. Marzo 1938"

martes, 10 de abril de 2007

Palabras que encontré en la calle XII

Llega esta hora tonta
en la que bajo las barreras,
desconecto las alarmas
y dejo entrar al viento.

Poca ropa para abrigar el corazón.
Y late.
Late como loco
Tengo entonces que escribirlo
o que besarlo.

No sé si últimamente quiero más
o es que me contengo menos.
El caso es que aquí estoy,
extrañándote.


No suelo coger las poesías que regalan esos poetas callejeros que se te acercan cuando estás tomando algo en una terraza o en un bar.

Pero esta vez lo hice.

No sé el nombre del autor. Sé el nombre del bar: Cervecería Alemana, Santa Ana. Pagué 3 euros por esta joya.

Exactamente lo que tenía en el bolsillo.

Me pregunto si ese poeta encontrará sus palabras en este blog de la misma manera que sus palabras me encontraron a mí aquel jueves. Si fuera así estaria bien que añadiera la firma. O el título.

martes, 3 de abril de 2007

El mago

El mago está sentado en el metro.
Lleva una maleta vieja,
un traje raído y cierto aire displicente.
Vamos, lo normal en un mago.
Mira la manga de su levita.
No hay palomas.
No hay ases de corazones.
Mira dentro de la chistera.
Un bonobús.
Y un olor rancio que indica
que algún día allí vivió un conejo.
En el bolsillo algunos caramelos para regalar a los niños.
-Dejé la oficina porque no me permitía soñar, dice para si mismo.
-Próxima estación: Esperanza, contesta la megafonía
-Ojalá, suspira el mago.

lunes, 2 de abril de 2007

Rayarse

Cuando era pequeño me rayaba con facilidad. me dejaba abducir por mundos paralelos, cercanos y mucho más interesantes.

En clase me aburría. Y era el momento perfecto para viajar. Entornaba los ojos hasta que las pestañas difuminaban lo que veía. Aparecían unos rayos misteriosos de las fuentes de luz. Se vestían los cuerpos con unas texturas especiales. Andresito dejaba de ser Andresito. El aula se convertía en un universo de luces distorsionadas y colores asombrosos. Formas raras, imprevisibles. Movía la cabeza, miraba lejos o cerca. Disfrutaba mucho. Yo ya sabía sumar hacía unas semanas. por qué tenía que escuchar esa mierda otra vez.

Como entonces no estaban tan extendidos como ahora por el sistema educativo los alucinógenos de diseño, mi maestra hacía un diagnóstico sencillo y se lo transmitia a mis padres. "El niño es listo pero está un poco sonado. Vigílenlo". A mí no me decían nada y yo seguía alucinando en colores (literal).

En el instituto aprendí a desenfocar los ojos y mirar los reflejos que se producían en la parte interna del cristal de mis gafas. El efecto era parecido. Pero al mover los brazos por encima de la cabeza esos reflejos variaban. Yo entonces no sabía por qué, ahora deduzco que mis brazos hacían sombras y se interponían entre distintos rayos de luz y mis lentes. Ver a un niño bracear con la mirada perdida mientras intentas explicar matrices es desalentador para el profesor. Me lo explicó Don Ramiro y yo le comprendí y le dije que no sabía cómo podía haberme ocurrido, pero que no iba a volver a pasar. Lo primero, mentira. Lo segundo, verdad.

Y empecé a rayarme con las palabras. Sobre todo en los exámenes. Acababa pronto, porque lo que me sabía lo ponía y lo que no, pues no. ¿Para qué iba a esperar? "Repásalo otra vez". No me da la gana. Y me entretenía repitiendo una y otra vez la misma palabra. No como monja y jamón, sino despacio, escuchándola, haciéndola resonar dentro. Examen de latín. Incolae, incolae, incolae, in-co la-e. De repetirla perdía el significado, sólo sonaba, sonaba, sonaba, crecía, se apoderaba de otras palabras que tenía al lado, llenaba el cuaderno, y llenaba también mi vida. Tapaba los agujeros. Incolae, incolae. Y yo de repente sentía un vértigo atroz. Pensando que se me iban a olvidar las demás palabras cuando ésa creciera tanto que las expulsara de mi cerebro. incolae.

Eso por no contar los juegos psicodélicos que aparecían al cerrar los ojos... mis favoritos eran los que aparecían tumbado en la hierba con el sol dando fuerte en la cara.

Yo, estas cosas no las comentaba. Por prudencia. Sabía que algunas de mis descripciones incomodaban a mis amigos, me miraban raro. Mucho más los mayores. No. calladito estaba más guapo.

Ahora creo que no sé pa´que se gasta la gente el dineral que se gasta en drogas, si con cuatro truquitos...

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...