sábado, 30 de enero de 2010

miércoles, 27 de enero de 2010

Hoy

Hoy todo es cadencia: llueve, suena Kabalevsky, los segundos caen en el reloj...

Quizá hoy sea un buen día para empezar un viaje.

Uno que me lleve lejos.

No sé.

Quizá.

M (más o menos)

jueves, 21 de enero de 2010

Las palabras también

A ti y a mí nos gustan las palabras.
Qué le vamos a hacer.
Las palabras tienen menores efectos tóxicos que la vida.
Las palabras casi nunca matan.
La vida siempre.
Las palabras nos dejan escondernos detrás de ellas.
La vida no.
A ti y a mí nos gusta la vida.
Aunque nos de un poco de pudor reconocerlo.

-Y las palabras -dijo.
-Claro, las palabras también.

martes, 19 de enero de 2010

Pequeños regalos


"La vida está llena de pequeños regalos, dulces ínfimas sorpresas que sólo reciben aquellos que se atreven a caminar con los brazos abiertos"
R. Verper

lunes, 18 de enero de 2010

El Holandés Errante



Para los que no la han visto, se la cuento.

Es de Wagner.

Sale un capitán de un barco gordito (el barco no, el capitán) y canta que lo que más le importa en la vida en su hija Senta y que se alegra porque está llegando a puerto y la podrá ver otra vez.

Se les acerca un barco fetén, con las velas rojas y, el capitán, un tipo joven y guaperas, canta que tiene una maldición: sólo puede tocar tierra cada 7 años para encontrar un amor puro que le salve de su infierno.

Además, el capitán maldito, holandés, a la sazón, tiene pasta a tutiplén (claro, como no se bajan del barco, no gastan).

El capitán gordito ve una buena oportunidad de cambiar a su querida, guapa y cándida hija Senta por una suma considerable. De donde se deduce que la candidez de la hija no es un rasgo hereditario, o al menos no lo es por parte de padre.

Llegan a tierra los dos capitanes, y Senta se enamora del holandés errante (el capitán guaperas) en apenas 3 minutos. El público de la sala no ve indicios de frivolidad en esa rapidez, lo cual aun ahora me sorprende. Ella le promete el oro y el moro, aparentemente lo hace llevada por una atracción física pero podría ser que el padre entre bambalinas le hubiera dado el quedo de que el chaval estaba forrado.

Aparece en escena un pretendiente pardillo (un chaval del pueblo) y le canta a la chica con una emoción sincera: "¿y qué pasa con lo nuestro?". Ella contesta: "no sé de qué me estás hablando". Él: "me rompes el corazón". Ella: "ah, se siente". Pero por detrás ha llegado el holandés errante (yo no sé por qué no se dieron cuenta los otros dos si se encendieron varios focos de repente). "Con que estas tenemos, ¿eh? Eres una mala nécora, digo "pécora", todas sois iguales, ya me lo decía mi madre. Me vuelvo al mar y a mi maldición". Ella se da cuenta de que la ha cagado por bocazas y que se le ha escapado el guapo rico y en vez de conformarse con el chavalito del pueblo (aparentemente majo) que seguía esperanzado el rifirrafe, se suicida tirándose por un acantilado.

De donde se deduce que Senta padecía una depresión, probablemente agravada por el consumo indiscriminado de barbitúricos, adelgazantes, alcohol, etc. Wagner obvia el análisis psiquiátrico forense porque era un misógino de tomo y lomo, estaba resentido porque su primera esposa le abandonó por otro.

Al final, los autores, por más que le pongamos a nuestros protagonistas nombres éxoticos y los subamos en bergantines, no podemos evitar hablar de las cuatro cositas que nos han pasado en la vida. Una pena.

Si bien no tengo duda de su talento como compositor, creo que Wagner no debió destacar en el cole precisamente por su capacidad de síntesis, porque ¿hacen falta 3 horas para contar esta historia?

domingo, 17 de enero de 2010

Amor eterno

"Lo màs bonito, lo más dulce, lo más conmovedor del amor eterno, es que es provisional, y sigue aspirando eternamente a ser eterno."

P. Casariego en Cuaderno amarillo

lunes, 11 de enero de 2010

Encuentro


Las aceras están llenas. Las calles están llenas. Nadie permanece quieto. Me siento bien en este río de almas. Madrid.

Yo invento historias. Por eso me siento bien aquí. Porque, sólo en el tramo desde Red de San Luis a Plaza de España, hay miles de historias. Una por cada persona con la que me cruzo y algunas más. Estoy feliz como un pirómano en una fábrica de mecheros.

Miro las caras. Pero es muy raro que se crucen las miradas. Eso es lo mejor. Porque me da mucho pudor hablar con desconocidos. Yo hablo conmigo mismo, con eso tengo.

Busco, y, a veces, encuentro.

Palabras

"Los placeres son más beneficiosos que las obligaciones porque, como la misericordia, no son forzosos, y así, están doblemente bendecidos"

"No hay deber que infravaloremos más que el deber de ser felices. Siendo felices vamos sembrando por el mundo anónimos beneficios que nos son desconocidos incluso a nosotros mismos y que, cuando eclosionan, a nadie sorprenden más que al benefactor"

Lo encuentro en un breve ensayo de R. L. Stevenson titulado En defensa de los ociosos.

viernes, 8 de enero de 2010

De noche


No tengo que ser madre, ni esposa, ni hija, ni amiga, ni amante, ni subsecretaria, ni lista, ni guapa, ni demasiado joven, ni demasiado mayor.

No tengo obligaciones. Nadie se acuerda de mí.

Ha caído el telón, se han apagado las luces, el público camina hacia sus casas y yo puedo descansar de un papel que hago bien pero me mata.

Me quito el maquillaje, en un camerino destartalado, frente a un espejo con bombillas. Suena una canción en un transistor. Nadie me espera.

Miro por la ventana, la mayor parte de las cosas se han vuelto de color naranja.

Estáis todos dormidos.

De noche.

miércoles, 6 de enero de 2010

No son los padres

Soy Gaspar, Melchor y Baltasar.

A las 4 y 5 de la mañana, acabo de terminar de envolver y colocar los regalos.

Sí, ya sé que estáis pensando que ahorraría horas de sueño si dejara que me los envolvieran en Oriente, pero a mí me gusta que todos lleven el mismo papel y una etiqueta con el nombre del destinatario.

He dejado en esta casa, que es la mía, 21 paquetitos: 21 ilusiones.

No trabajo en otras casas. Así puedo entrar por la puerta y no por la ventana, la prevención de riesgos laborales hay que tenerla muy en cuenta.

No me he comido el mendrugo de pan, ni he dado un trago al vino, porque, a estas horas, la verdad, no apetece.

Mañana, digo, hoy, digo, dentro de un rato, C. se encontrará esta orgía de obsequios y buscará su nombre a toda velocidad.

Los abrirá demasiado nerviosa y demasiado deprisa.

Desayunaremos un trozo de roscón.

Luego repasará todos los nombres de los regalos sin abrir: "Así que esta pandilla es lo que los Reyes Magos consideran mi familia" pensará, con ironía onceañera.

La llevaré a casa de su madre y repetirá todo menos lo del roscón.

Yo regresaré antes de comer y, mientras pongo un poco de orden, celebraré que ya falta muy poco para que comiencen las clases, y que ese es un buenísimo regalo.

Ella cree que no existen, que son los padres. Pero para los padres los Reyes no son los padres, son la Consejería de Educación.

martes, 5 de enero de 2010

Encuentros


Te encontré sin buscarte,
hace apenas unos días,
tal vez sin que quisieras.

Y, sin embargo,
llevo años buscándome
y no logro encontrarme.

Me busco en los amaneceres,
en las nubes, en los campos.
Me busco en la gran ciudad,
en el banco, en el mercado.
En los atascos del metro,
y hasta en la cola del paro.

Me busco en la oscuridad,
en las risas y en los llantos.
En los ojos de la gente,
en el cielo, en los pecados.

Pero no me hallo.
Tal vez no haya nada que hallar.

ALL.

domingo, 3 de enero de 2010

Palabras que encontré

"El mundo es demasiado grande cuando quieres encontrarte a ti mismo y demasiado pequeño cuando quieres que no te encuentren"
M.L.

Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...